miércoles, 28 de octubre de 2009

roca


Intento llevar esto a algun lugar escondido entre unas rocas que sepan guardar algun secreto bien eterno, que pueda besarlo el mar cuantas veces quiera como una delicia delicada, tomarlo de la roca como quien toma un hilo para enhebrarlo, y hacerlo recorrer el mundo acuático, siempre escondido entre el mar y la distancia a su escondite,la roca; y luego con la suavidad que una madre deja a su bebé recién dormido en la cuna, devolverlo, silenciosamente a su guarida preferida, y escoger escaparse en escalera como quien no quiere hacerlo, de esa piedra flotante sobre otras piedras ahogadas. Quizás una roca no sea el mejor escondite para un secreto, pero necesitaba guardarlo en el único lugar donde sepa que estés donde estés, el mar te traerá conmigo de cualquier lugar, por esta exesiva eternidad tan estrecha, en su implacable impulso, te verás recorriendome como una ola incomible, y volveremos al encanto de nuestros encierros entregados.

Y luego vos, y luego yo, con esta exhaustiva existencia enlatada en cuerpos afinados al oido de cuatro paredes, volveremos cautelosamente a depositar nuestro más amable secreto, entre esas rocas, entre ese mar, donde ya sabremos que intenté guardar lo tangible para el alma, lo único que vale, ese desajuste perfecto, nuestra entendida entrega que nunca es todo y sigue siendo,

solo para que nunca deje de serlo.



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miles de textos con mensajes

a parpadeantes pantallas acorta-distancias

con mil imágenes

de la mujer así, en su afán de pensar

y en las órbitas de sus nubes

giran

los sí rotundos y los no con caras de pobres muertos

como quien quiere ser reconocido o nombrado

los no impresionistas, y los sí con cara de miedo.

y ahí giran

pero nadie le da la mano a la mujer

para cruzar la calle

la deben confundir con un árbol

tan enraizada con su cabeza

y sus nubes

es probable que llueva?

digo

alguien puede probar que en mi vida

o la de la mujer

algún día van a llover respuestas?