miércoles, 28 de octubre de 2009



ni los colores de un cielo

hacen dudar

de un fantasma desvelado

en el tiempo

curtido de esperas y deshoras

y feliz de ser

solo un velo tirado en la cama

en el piso de madera

sonriendo con el charco

de agua derramada

mostrando los dientes

sonriendole a tu cara

sin el velo

sentando en tu almohada

de sueños aparecidos

y encontrados acá

en el sitio donde todo está

tan claro

como cada color del arcoiris.




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miles de textos con mensajes

a parpadeantes pantallas acorta-distancias

con mil imágenes

de la mujer así, en su afán de pensar

y en las órbitas de sus nubes

giran

los sí rotundos y los no con caras de pobres muertos

como quien quiere ser reconocido o nombrado

los no impresionistas, y los sí con cara de miedo.

y ahí giran

pero nadie le da la mano a la mujer

para cruzar la calle

la deben confundir con un árbol

tan enraizada con su cabeza

y sus nubes

es probable que llueva?

digo

alguien puede probar que en mi vida

o la de la mujer

algún día van a llover respuestas?