lunes, 9 de noviembre de 2009

noche



noche

no es ni la ultima vez qe te exigo

que no me ayudes

a desarmar un cajón de pájaros libres,

no me entiendas

lo que te quiero decir en sonrisas pulidas

tan afiladas como la felicidad

arraigada al secreto escondido en sus ojos,

detenete ahora mismo

no sigas a pasos sigilosos mi camino

nadie necesita cautivarse

con misterios más que acertados,

noche no, no hoy

esta vez pido que tu no me exigas

la palabra renunciante que dice extrañar

el cuerpo el alma el amigo

el amor cómplice complicado

la luna sabe lo que es verdad

porque vé a través del paredón

lo que oculto a mis saberes,

tan complacidos de saberme asombrada

como extraida de una canción

una frase que corresponde al momento,

sorprendida de la inmensidad

de todo instante transcurrido aquí

donde vos, noche

sos la única enterada

la que sabe con exactitud

que mis placeres diurnos dormidos

se ocultan tras tus párpados ni bien te dormís

y el día, que sabe ese

de esto que pasa

pero vos noche

entendés tan poco a veces

qué sabés de que si no te tengo

no es el cuerpo el que fallece,

sino que pierdo sus caricias fantasmas

como en una casa deshabitada

que no es nada sin ellos.



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miles de textos con mensajes

a parpadeantes pantallas acorta-distancias

con mil imágenes

de la mujer así, en su afán de pensar

y en las órbitas de sus nubes

giran

los sí rotundos y los no con caras de pobres muertos

como quien quiere ser reconocido o nombrado

los no impresionistas, y los sí con cara de miedo.

y ahí giran

pero nadie le da la mano a la mujer

para cruzar la calle

la deben confundir con un árbol

tan enraizada con su cabeza

y sus nubes

es probable que llueva?

digo

alguien puede probar que en mi vida

o la de la mujer

algún día van a llover respuestas?